Hay que tener mucho cuidado. Hay que tener cuidado de esa fuerza invisible, porque ella ve el tablero entero, nosotros sólo nuestra casilla.
Thousthany
Péletor Uxude es el gran Sabio para muchos de los grandes sabios de mi siguiente novela. Sus enseñanzas abarcan mucho más allá de la ficción, pudiendo ser un buen compañero del viaje de la vida para muchos. Este blog está cargado de información muy interesante en muchos sentidos, pero más para quien busca respuestas sobre el mecanismo del Universo y los porqués de lo cotidiano. Y, algo muy importante, puedes preguntarle al Sabio a través de la sección de comentarios. ¡A por el viaje de la Vida!
Hay que tener mucho cuidado. Hay que tener cuidado de esa fuerza invisible, porque ella ve el tablero entero, nosotros sólo nuestra casilla.
Thousthany
Una de las cosas más flipantes para un escritor (no sé
si le pasará a todos) es la de descubrir el pasado de tu personaje. Empiezas
escribiendo en un momento determinado de su vida, pero al avanzar no puedes
evitar preguntarte el por qué será así, qué le habrá llevado a actuar de
determinada manera, el por qué no le gusta eso o adora lo otro, por qué odia de
esa forma a fulanito y por qué no quiere hablar de un tema en concreto. Sí,
todas esas cosas pueden ser comentadas, así como muchas otras, durante la trama,
en una conversación o redactando un recuerdo o una observación del presente. Y,
entonces, cogiendo la punta del hilo, con esa pregunta, empiezas a tirar. Y
tiras y tiras y tiras, y tiras más. Aparece, de una forma mágica, como un
misterio que se va desvelando, que tú vas descifrando, un mundo entero,
personajes que ni sospechabas que existían y que influyeron en tu personaje, y
lo descubres en otro punto de su vida, cuando no era como cuando empezaste a
escribir sobre él. Quizá entonces era sensible, y no un despiadado, quizá
entonces no contaba con esa cicatriz con que lo concebiste cuando empezaste a
escribir, en otro tiempo de su vida.
Es ahí cuando te das cuenta de que tú no
eres el creador de ese personaje, que todo esto de ser escritor tiene más que
ver con lo metafísico, que con el arte de hilvanar palabras que configuren
frases, que den como resultado significado que toque, o no, las emociones del
lector. Lo de ser escritor es, según yo lo veo, ser un canalizador de lo que ya
existe en el mundo espiritual, o en el Mundo de las Ideas, como lo llamó
Platón. Tú estás en el punto exacto para entender esa información que atraes,
sólo por estar donde debes, en el momento exacto de tu evolución espiritual,
para que, a través de tu mente y tu entendimiento, puedas dar forma en este
mundo a lo que sólo tú puedes ver, a través de tu perspectiva mental. A esto le
sumas que tu forma de escribir sea llamativa, que sepas crear interés y que
sepas escoger la palabra más adecuada y, si además, con todo ello eres capaz de
hacer soñar a muchos, evadirse de sus realidades y elevar sus emociones a un
estado de bienestar, ¡Boom!, ya tienes una obra maestra. Sí, claro que puede
ser: maestra.
Por eso hay quien llama a lo de ser
escritor, ser un alfarero, porque tienes la arcilla (tu pensamiento) y has de
moldearla crear figuras (tus palabras para crear frases y la historia). «¿Quién
lo llama así?», me preguntaréis. Yo. Yo lo llamo así.
El
Maestro de los -tor y ascendentes: DSF
¿Sabes por qué los sabios gozan de paz interior? Porque ya han comprendido que nada ni nadie puede afectarles de forma alguna, salvo la que ellos decidan. Y como ellos ya están en paz, todo lo que les llega es Amor. Ellos deciden estar en paz, porque están centrados en lo positivo. La forma de decidir que sólo llegue bien a ti es centrándote sólo en lo que te hace bien. Esto lo saben los sabios y por eso gozan de paz.
Péletor Uxude
—Habla con el grande, pero también con el pequeño. Que te amen por tu obra, pero sobre todo por la persona que la ha compuesto.
Péletor Uxude
Hay que tener mucho cuidado. Hay que tener cuidado de esa fuerza invisible, porque ella ve el tablero entero, nosotros sólo nuestra casill...